Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Corintios 7, 2-12

2 Dadnos lugar en vuestros corazones. A nadie hemos ofendido; a
nadie hemos arruinado; a nadie hemos explotado.

3 No os digo esto con ánimo de condenaros. Pues acabo de deciros
que en vida y muerte estáis unidos en mi corazón.

4 Tengo plena confianza en hablaros; estoy muy orgulloso de
vosotros. Estoy lleno de consuelo y sobreabundo de gozo en todas nuestras
tribulaciones.

5 Efectivamente, en llegando a Macedonia, no tuvo sosiego nuestra
carne, sino, toda suerte de tribulaciones: por fuera, luchas; por
dentro,
temores.

6 Pero el Dios que consuela a los humillados, nos consoló con la
llegada de Tito,

7 y no sólo con su llegada, sino también con el consuelo que le habíais
proporcionado, comunicándonos vuestra añoranza, vuestro pesar, vuestro
celo por mí hasta el punto de colmarme de alegría.

8 Porque si os entristecí con mi carta, no me pesa. Y si me pesó - pues
veo que aquella carta os entristeció, aunque no fuera más que por un
momento -

9 ahora me alegro. No por haberos entristecido, sino porque aquella
tristeza os movió a arrepentimiento. Pues os entristecisteis según Dios, de
manera que de nuestra parte no habéis sufrido perjuicio alguno.

10 En efecto, la tristeza según Dios produce firme arrepentimiento
para la salvación; mas la tristeza del mundo produce la muerte.


11 Mirad qué ha producido entre vosotros esa tristeza según Dios:

¡qué interés y qué disculpas, qué enojo, qué temor, qué añoranza, qué celo,
qué castigo! En todo habéis mostrado que erais inocentes en este asunto.

12 Así pues, si os escribí no fue a causa del que injurió, ni del
que
recibió la injuria. Fue para que se pusiera de manifiesto entre vosotros ante
Dios vuestro interés por nosotros.